Julio Morales, jugador de Correcaminos que vivió los dos ascensos del equipo, el primero en la temporada 1982-1983 de Segunda División B a la Segunda División A y el ascenso a Primera División en el año de 1987 ante Los Gallos Blancos del Querétaro.
Capitán del equipo en la Segunda División B, en la final de 1983 fue expulsado en el segundo tiempo ante el Uruapan, mientras que la final de 1987 no pudo jugarla ya que se encontraba lesionado.
Nombre: Julio Morales Covarrubias.
Lugar de nacimiento: San Luis Potosí, S.L.P.
Fecha de nacimiento: 8 de enero de 1959.
Posición: Medio y Defensa Central.
Debut en Primera División: En el año de 1978 contra Gallos del Jalisco.
Para recordar…
¿Dónde Inicia la carrera futbolística de Julio Morales?
“En el Colegio Othón de San Luis Potosí, donde estudiaba, y mucho antes en el barrio de San Sebastián, S.L.P..”.
¿Por qué el apodo de “El Pestañas”?
“En el barrio me lo puso un gran amigo mío “el mocho” a los 12 años”.
¿Cómo se da la llegada a Correcaminos?
“Por invitación que me hacen tanto la “La Muga” Medrano como “El Pollo” Tobías”.
¿Qué recuerda del campeonato de Correcaminos de la Segunda B a Segunda A?
“El gran recibimiento de la gente hacia nosotros y el haber tenido el honor de portar el gafete de Capitán del Equipo”.
Usted fue parte de los dos campeonatos a nivel profesional del club ¿que sentimiento le dejo cada uno y como los vivió en su momento?
“El ascenso a 2ª División lo viví intensamente porque me expulsaron en el segundo tiempo contra Uruapan en la gran final. Y el de 1ª División porque en la final estuve en la banca lesionado desafortunadamente, pero Diego Malta me puso con el “Walky Talky” para comunicarnos y dirigir al equipo, quedando pues Responsable en ese momento ya que él estaba castigado. Experiencia que nunca voy a olvidar”.
¿Cuál fue la clave para que Correcaminos, prácticamente en 7 años de tercera división llegara a la primera división?
“Siempre hubo mucha unión entre todos nosotros, ya que muchos éramos jugadores de varias partes del país, resultando una gran unión y una gran amistad”.
¿Qué anécdota nos puede contar de aquellos años, en donde prácticamente se viajaba por toda la república mexicana, a plazas desconocidas y sin las comodidades que hoy puede tener un equipo de segunda división?
“En aquellos tiempos, efectivamente eran viajes muy pesados, desde 5 a 14 horas en Autobús, afortunadamente el equipo tenía camión propio y nos apoyaba la Universidad como en muchas cosas más. Aunque en ocasiones llegábamos después de viajes largos directo al estadio a jugar”.